El género Cerastes es un género de ofidios vipéridos propio de las zonas áridas y desérticas del Norte de África y Oriente Medio, que en total reúne cuatro especies: Cerastes cerastes (Linnaeus, 1758), Cerastes gasperetti (Leviton & Anderson, 1967), Cerastes vipera (Linnaeus, 1758), y la última conocida, hallada en una localidad de Túnez, Cerastes boehmei (Wagner & Wilms, 2010).
Comúnmente se las conoce como "víboras cornudas", por la presencia de un cuernecito encima de cada ojo, excepto en Cerastes vipera, sin embargo esos cuernecitos, que en realidad son escamas modificadas, también pueden faltar en todo o en parte en algunos individuos.

Ejemplar de Cerastes cerastes fotografiado en el zoológico de animales del desierto, en Tozeur (Túnez).

Cerastes cerastes es una víbora de cuerpo macizo y cola corta, con la cabeza grande, ancha y triangular claramente diferenciada del cuerpo a través de un pescuezo muy estrecho. Los ojos son prominentes, colocados lateralmente, de color claro y con las pupilas verticales.
Detalle de la cabeza de Cerastes cerastes, fotografiado en un zoo de Túnez.

La característica más conocida de esta serpiente es la presencia de un cuernecito encima de cada ojo, que como ya adelanté antes, se trata en verdad de la escama (sólo es una) supraocular desarrollada en altura. En algunos ejemplares puede faltar, de manera que hay víboras cornudas con cuernos y otras sin ellos. Es posible que te preguntes qué funcionalidad pueden tener esos cuernecillos en la serpiente. Pues no se sabe con certeza para qué sirven, aunque existe la teoría de que con ellos la víbora logra proteger sus ojos de la arena del desierto; otras víboras de géneros diferentes y muy alejadas de ella geográficamente presentan también esta característica (recordemos a Crotalus cerastes, en E.E.U.U., o a la víbora cornuda sudafricana Bitis caudalis, también ambos habitantes de desiertos).
Orificios nasales pequeños, en forma de media luna. Pequeñas escamas carenadas en la parte superior de la cabeza. Escamas de los flancos del cuerpo muy carenadas, a modo de dientes de sierra.

Bonito ejemplar de Cerastes cerastes, macho adulto.

Cerastes cerastes presenta una coloración variable, pero siempre acorde al medio en que vive para lograr un efecto mimético del animal. Así, puede tener el fondo amarillo claro, beige, gris o rojizo; una serie de manchas rectangulares más oscuras se presentan en sentido transversal por el dorso; los flancos tienen las manchas más pequeñas. La cabeza no presenta manchas, tan sólo una línea oscura que va del ojo a la comisura de la boca. Vientre inmaculado, de color blanco porcelana.

Aunque Cerastes cerastes puede alcanzar los 80 cm de longitud, es mucho más habitual que no pase de los 60, teniendo el valor medio entre 40 y 50 cm. Hembras más grandes que machos.

Cerastes cerastes es un habitante del desierto, tanto en lugares arenosos como rocosos, preferentemente con vegetación (escasa pero presente); es raro encontrarla en lugares sin nada de vegetación, y por eso no se la suele ver en las zonas de grandes dunas (en contraste con Cerastes vipera). En la foto, Ksar Guilane, Túnez.

Alimentación: pequeños vertebrados tales como lagartos (gecos, agamas), roedores (jerbos, ratones), pajaritos...

Se dice a veces que Cerastes cerastes es activa tanto de día como de noche; en verdad es preferentemente nocturna, pero en primavera puede mostrar también actividad en las primeras horas de la mañana y en el atardecer, o incluso a veces todo el día. En verano únicamente por la noche. En los días de verano la víbora permanece inmóvil, semienterrada en la arena, asomando sólo la parte más dorsal del cuerpo, los ojos y, si los tiene, los cuernecitos; aparte de permanecer así oculta, este sistema le permite regular la absorción de radiación solar y evitar un excesivo calentamiento.
En las noches de verano la víbora cornuda del Sahara se desplaza sin ningún rumbo fijo hasta el mismo amanecer; cubre distancias de cientos de metros, o incluso de unos pocos kilómetros.

La locomoción de Cerastes cerastes (y de otras serpiente "psammofilas" como Bitis peringueyi y Crotalus cerastes) es muy interesante de observar, pues lo que hace es serpentear lateralmente, lo que le permite un mejor desplazamiento por superficies lisas e inestables: la técnica consiste en avanzar lateralmente la parte delantera del cuerpo, constituyendo así un apoyo que permite atraer la parte posterior, que servirá a su vez de punto de anclaje, de manera que la serpiente parece avanzar mediante un balanceo lateral alternativo. En los desiertos arenosos de E.E.U.U. el crótalo cornudo (Crotalus cerastes) ha desarrollado la misma técnica, y de hecho ostenta el récord de ser la serpiente más veloz en esta modalidad de locomoción.

En el período de hibernación, que se extiende aproximadamente de noviembre a principios de marzo, Cerastes cerastes busca refugio casi siempre en madrigueras de roedores (Gerbillus, Meriones).

Las víboras cornudas se reproducen en primavera (mayo y junio). Unos 50 días después de la cópula las hembras ponen de 12 a 21 huevos. Cuando salen a la luz, los neonatos pesan 4-6 gramos, y se alimentan de pequeños lagartos.

Cerastes cerastes definitivamente no es una especie agresiva. El gran herpetólogo L. Trutnau observó a muchos ejemplares de víbora cornuda del Sahara en su hábitat natural, y describe que la gran mayoría de ellos fueron pacíficos, sólo unos pocos mostraron tendencia a morder (Ludwig Trutnau, 2004).

En las dos fotos de arriba, Cerastes gasperettii.

Cerastes gasperettii, antes considerada subespecie de la víbora cornuda común, es muy similar a ella, pero se la encuentra en los desiertos del sudoeste de Asia: en Israel, Jordania y la Península Arábica; ausente en regiones montañosas. El ejemplar de la foto es del zoológico de Beer Sheva, en Israel.

Cerastes cerastes difiere de C. gasperettii sobretodo en el número de escamas ventrales (129-137 Cerastes cerastes y 150-167 C. gasperettii), además C. cerastes tiene la cabeza proporcionalmente más grande, y generalmente los cuernos más verticales.

Arriba, en la foto, el Valle de Aravah, entre Israel y Jordania, tierra natal de la subespecie Cerastes gasperettii mendelssohn

Cerastes cerastes y C. gasperettii disponen de aparato venenoso de tipo solenoglifo, sin embargo resultan muy poco peligrosas para el ser humano, en parte debido a su carácter tranquilo y poco agresivo. En el desafortunado caso de mordedura con inyección de veneno, el pronóstico no suele ser grave. En el caso de Cerastes cerastes se determina 70 mg de veneno inoculado en una mordedura por término medio (Spawls y Branch, 1995), o 40-70 mg (Minton, 1974, 1990). Toxicidad: LD 50 (vía intravenosa)= 0,5 mg/kg (Spawls y Branch, 1995, Minton, 1990). La dosis letal mínima estimada en humanos está entre 40 y 50 mg (Spawls y Branch, 1995). No obstante la amplia área de distribución de estas víboras y aún el hecho de ser relativamente comunes, no hay mucha información acerca de la epidemología en humanos. El resultado de muerte parece posible pero tal vez poco probable.

CUIDADOS EN EL TERRARIO
A todo aquél interesado en tener en su terrario a un ejemplar de estas preciosas víboras, debe saber que requieren de un terrario tipo desértico con buena iluminación.
El terrario debe contener un sustrato arenoso de 6-8 cm de profundidad. Tendrá algunas piedras que la serpiente pueda emplear como refugio, y obviamente un calefactor adecuado que funcione bien.
Es muy importante que el terrario reciba bastante luz solar, tal como sucede en su medio natural. Sólo en el período de hibernación se bajará la luz (a media luz).
Alimentación: ratones, mejor muertos para evitar que la víbora resulta lesionada luchando contra ellos; también polluelos.
La muda de la piel suele ocurrir generalmente sólo una vez al año.
Temperatura:
Según experiencias de personas que han mantenido con éxito víboras cornudas en el terrario, la temperatura en el período de actividad habría de ser 25-32 grados centígrados durante el día para Cerastes cerastes, y de 28-32 para C. gasperettii; por la noche 18-22 grados. En el período de hibernación la temperatura para Cerastes cerastes sería de 12-15 grados, y de 15-18 para C. gasperettii. En el período de hibernación la luz ha de estar más baja. En un ejemplar de Cerastes gasperettii cautivo se observó que el período de hibernación suyo fue de muy principios de diciembre a finales de febrero.

Cerastes cerastes, una criatura fascinante.